El Ayer se gasta en
la ausencia de lugar.
Este es el tributo a
las ruinas del sujeto de la desmentida.
Una elipsis carente
de contenido.
La búsqueda de
aquello que nunca tuvo sentido,
que siempre supe que nunca
tuvo sentido.
Supresión.
«Y si ya llegué al
lugar que soñaba cada día,
¿por qué siento que
me miento al decirme que esto es vida?
Y si todo es tal y
como recordaba que sería,
¿por qué tengo que
acordarme de decirme que estoy bien?
He vuelto a convertirme
en alimento.»
Audio: Izal – He
vuelto.
https://www.youtube.com/watch?v=jz9qiywbmjw
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