domingo, 11 de marzo de 2012

Parte 1: Nuestra negación constante. Resignación a la vida.




"Puedo cambiar casi cualquier cosa, pero no puedo cambiar la naturaleza humana." Dr. Manhattan.

No podemos cambiar nuestra naturaleza, ello no significa la existencia de un destino. Los destinos nacen únicamente cuando nos resignamos a la vida. La vida en el fondo es fácil, solo tenemos que aceptarnos tal y como somos; no como excusa para justificar nuestros actos, sino como primer paso para ver la realidad de los mismos. A partir de entonces, podremeos empezar a construir "nuevas tablas" sobre los escombros de las viejas tablas.
Hemos de cuestionar, dudar, someter a juicio y destruir si es necesario a nuestro primer y más grande enemigo: las tradiciones. El miedo atroz a perder lo que somos antes de nacer, lo que nos hacen ser antes de nacer. Nos empezamos a desarrollar en un mundo extraño, en un mundo que no hemos creado ni elegido, dando como resultado sometimiento, resignación y culpabilidad. Jamás podremos amar hasta que no exista una rebelión en nosotros, ¡una rebelión contra nosotros mismos!
La vida va inexorablemente hacia delante, mientras que nosotros nos movemos hacia atrás, conservando cadáveres que nos impiden avanzar. ¡Enterremos esos cadáveres y hágamos una fiesta por su muerte y por el nacimiento de la comtemplación de la vida misma!
Sin rebelión existimos para que las cosas pasen, siendo meros espectadores.




Audio: Porcupine Tree - Stars die
http://www.youtube.com/watch?v=JxaIG8CunoU


http://www.fotolog.com/zorra_supremaa/

No hay comentarios:

Publicar un comentario